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Riesgos climáticos en almacenes: cómo evitar accidentes en racks

Los almacenes modernos enfrentan un enemigo que ni los montacargas más veloces pueden frenar: el clima extremo. Inundaciones, calor abrasador, tormentas repentinas y cambios de temperatura brutales están dejando su huella… y no precisamente en el historial meteorológico, sino en tus racks de almacén.

¿Parece exagerado? Te sorprendería saber cuántos accidentes en racks han sido provocados no por errores humanos, sino por condiciones ambientales mal gestionadas.

Hay cosas que uno espera del clima: que llueva en temporada, que haga calor en abril, que el viento no se lleve el letrero del almacén… pero lo que ya nadie se esperaba era que el clima se convirtiera en un factor de alto riesgo logístico. Y sí: está pasando.

Hoy, no solo se caen cajas por mala maniobra. También se caen porque los racks están deformados por calor extremo, porque el suelo cedió por la humedad, o porque una lluvia ácida ha oxidado hasta el último tornillo del tercer nivel.

En este escenario, la importancia de los racks cobra otra dimensión. Ya no basta con tenerlos “bien puestos”. Hay que tenerlos diseñados, protegidos y adaptados para resistir lo que el clima quiera aventarles.

El clima como nuevo factor de riesgo en almacenes

Las amenazas climáticas ya no son “eventos extraordinarios”. Son parte de la rutina. Hace una década, la logística hablaba de “entregas rápidas”, “última milla” y “just-in-time”. Hoy, además, tiene que preguntarse:

  • ¿Está mi almacén en una zona vulnerable a tormentas, lluvias o sismos?
  • ¿Tengo protecciones contra filtraciones, humedad o calor excesivo?
  • ¿Mis racks cuentan con tratamiento anticorrosivo?
  • ¿He reforzado el acomodo de los niveles superiores ante vientos o vibraciones?
  • ¿Mis operarios saben qué hacer si colapsa parte de la estructura?
  • ¿Tengo mallas, crossbars o topes que eviten caídas de mercancía?
  • ¿La estructura fue calculada según el tipo de clima de mi zona… o se improvisó con lo que había?

Y la más importante:

  • ¿Tengo claro qué tipo de racks usan las empresas que enfrentan los mismos desafíos que yo… y me estoy quedando atrás?

Accidentes en racks: causas invisibles y cómo prevenirlas

No nos malinterpretes: a veces el accidente es por una maniobra mal hecha. Pero muchas otras veces, los accidentes en racks vienen de causas invisibles que se van acumulando y terminan provocando desastres con nombre propio y reporte en Excel.

Aquí cinco de las más comunes:

1. Oxidación estructural silenciosa

La humedad no grita… pero corroe. Y cuando ataca los puntos clave de una estructura metálica, el rack empieza a perder estabilidad sin que nadie lo note, hasta que un día deja de aguantar.

2. Pandeo térmico

No, no es un nuevo estilo de baile. Es lo que pasa cuando el calor extremo dilata los materiales, dobla los travesaños o afloja conexiones. Un rack deformado es como una torre de Jenga en su fase final: nadie sabe cuándo, pero va a caer.

3. Desnivel y anclaje inestable

Las lluvias intensas afectan el suelo, incluso en interiores. Un piso que se hunde ligeramente puede desalinear un rack entero. Y si el rack no está anclado con precisión… adivina a dónde va el inventario.

4. Ausencia de elementos de contención

Crossbars, mallas anticaídas y pallet stops no son opcionales. Son la diferencia entre una caja bien acomodada y una caída libre digna de videojuego. Cuando el clima agita el almacén, estos accesorios evitan que el desastre ocurra.

5. Sobrepeso y acumulación excesiva

En momentos de crisis climática, muchas empresas “resguardan” más inventario. Pero si tus racks para almacen no están diseñados para ese peso extra, el resultado puede ser trágico. El sobrepeso es una amenaza silenciosa… y acumulativa.

Elegir los tipos de rack para almacén adecuados según el clima

Hablemos claro: no hay “el rack perfecto para todo”. Hay tipos de rack para almacén ideales para ciertas industrias, zonas geográficas y condiciones climáticas. Lo que sí existe es el error perfecto: poner el rack equivocado en el lugar equivocado.

Aquí una guía simplificada que te puede ahorrar muchos dolores de cabeza:

Climas húmedos o costeros

  • Opción ideal: Racks galvanizados o pintados con recubrimiento anticorrosivo.
  • Ventaja: Larga vida útil, resistencia a salinidad y humedad constante.

Zonas de altas temperaturas

  • Opción ideal: Racks con acero tratado térmicamente y con ventilación planificada.
  • Ventaja: Menor deformación, mantenimiento más sencillo y menor riesgo de colapso estructural.

Áreas con vientos fuertes o actividad sísmica

  • Opción ideal: Racks reforzados con anclajes multidireccionales, mallas y amortiguadores.
  • Ventaja: Mayor estabilidad, seguridad en zonas de tránsito y protección en niveles superiores.

Regiones con lluvias intensas

  • Opción ideal: Racks autoportantes con protecciones superiores, techos, sellado en bases.
  • Ventaja: Evita oxidación, infiltración y desplazamientos en zonas clave.

Buenas prácticas en la instalación y mantenimiento

Hasta el mejor rack puede fallar si está mal instalado o si se le da mantenimiento estilo “ya veremos cuando pase algo”. Aquí algunos principios que seguimos (y que tú también deberías aplicar):

  1. Análisis estructural previo al montaje.
    Porque no todos los suelos, techos ni inventarios son iguales. Hacemos un estudio personalizado para evitar sorpresas desagradables.
  2. Montaje con especialistas certificados.
    Nada de dejar el rack “a cargo del primo que le sabe”. Esto es ingeniería, no prueba y error.
  3. Mantenimiento preventivo cada 6 meses.
    Una revisión técnica puede detectar fisuras, desgaste o deformaciones antes de que se vuelvan peligrosas.
  4. Adaptaciones por temporada.
    Reforzamos estructuras y reorganizamos el acomodo de racks antes de cada temporada climática. ¿Lluvias intensas en agosto? El plan se ejecuta desde junio.

La importancia de los racks en la logística moderna

Hoy no basta con mover productos. Se trata de hacerlo con seguridad, eficiencia y visión a largo plazo. Y ahí es donde el rack pasa de ser “una estructura de fierros” a convertirse en columna vertebral operativa.

Los racks de un almacén bien diseñado no solo mejoran los tiempos y reducen el caos: protegen a tu gente, a tu inventario y a tu rentabilidad.

Invertir en estructuras adecuadas y protegidas es invertir en continuidad operativa. Porque los accidentes logísticos salen más caros que un buen proyecto de almacenamiento.

Clima extremo ≠ improvisación

El cambio climático ya no es una excusa, es un factor de riesgo diario. Y tus racks no están exentos.
Si quieres mantener la eficiencia de tu operación, proteger a tu equipo y conservar intacto tu inventario, necesitas:

✔ Los racks de un almacén pensados para tu tipo de industria y ubicación geográfica.
✔ Una instalación profesional con visión a largo plazo.
✔ Mantenimiento preventivo y correctivo ante climas cambiantes.
✔ Y, por supuesto, un aliado como Rack-T, que no solo vende racks... los entiende, los adapta y los mejora contigo.